




[:es]
No te quedes sentado esperando que lleguen las cosas a ti. Lucha por lo que quieres, hazte responsable de ti mismo.
En casa siempre me han dejado una cosa clara. No te quedes sentado; si quieres algo, gánatelo. Es algo que siempre agradeceré. Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que, habitualmente, la mejor manera de cambiar las cosas y conseguir lo que uno se propone es a través del propio esfuerzo y el trabajo personal. Ello no quiere decir que para alcanzar lo que te plantees, no se necesite la ayuda de terceros, al contrario, para casi todo, es necesario la ayuda de alguien.
Soy de la opinión de que, para alcanzar mis objetivos y conseguir que me ayuden, debo ser yo el que trabaje, impulse y se esfuerce al máximo. De hecho, no es la primera vez que percibo que aquellos que me prestan o han prestado ayuda se han involucrado más cuando han visto que lo he dado o lo estoy dando todo.
Involuntariamente, esta forma de pensar, la traslado al objeto de INDACEA y la investigación médica. Si como afectados o familiares de afectados pretendemos que se financie la investigación médica, probablemente, deberíamos ser nosotros los primeros en hacerlo y mostrar el camino a otros para que se vayan sumando a nuestra iniciativa.
A continuación tienes la historia de tres personas dignas de admiración y que, a través de su esfuerzo, trabajo y forma de ver la vida han conseguido hacer cosas maravillosas y dejar huella.
Kayla Montgomery (esclerosis multiple)
Pese a ser diagnosticada de esclerosis múltiple, Kayla Montgomery, ha luchado y entrenado duro para seguir adelante y convertirse en una atleta de alto rendimiento.
Su entrenador tiene que esperar justo en meta para cogerla ya que, cuando la alcanza, suele desplomarse y deja de sentir sus piernas, entre gritos de desesperación y dolor. A los pocos minutos, cuando sus piernas se enfrían, se recupera y puede volver a andar.
Tal y como dice Kayla, es muy duro luchar y hacer deporte cuando es tu propio cuerpo el que se vuelve en tu contra, pero seguirá entrenando y dando lo mejor de sí misma.
Stephen Sutton (cáncer)
Cuando Stephen Sutton tenía 15 años fue diagnosticado con cáncer terminal. Lo que comenzó como un tumor en el intestino, rápidamente se propagó a su rodilla, riñones e hígado. Pero en lugar de enfocarse en su desgracia, el joven –originario de Staffordshire, Inglaterra– logró recaudar US$5,3 millones para la investigación
Después de conocer el diagnóstico, Stephen elaboró una lista de 46 cosas para hacer antes de morir. Entre las que cumplió destacan: hacerse un tatuaje, abrazar a un elefante, saltar en paracaídas, tocar batería frente a una multitud (lo hizo frente a 90.000 personas en la final de la Liga de Campeones de la UEFA, en Wembley, en mayo de 2013) y recaudar US$17.000 para el Teenage Cancer Trust.
“Nunca dejó de sonreír a pesar de esa horrible enfermedad. Nunca, nunca se rindió y luchó hasta el final”.
Maickel Melamed, “Si tienes un sueño, haz que pase” (retraso motor)
Al nacer fue diagnosticado con “retraso motor”, debido a un asfixiamiento con el cordón umbilical, causando en su organismo un estado general que lo dejó sin posibilidad de moverse. El 6 de noviembre de 2013 realizó la maratón de Nueva York
Su familia decidió desde el primer momento que no sería un niño sobreprotegido y que crecería como un niño más. Para ello hubo que explorar todas las opciones para
ofrecerle un ambiente de exigencia, optimismo y alegría; “Era más el deseo que el temor”, apunta Maickel, y por ello todos los días sus padres le repetían “Nunca digas no puedo”.
Por el camino pudo disfrutar del apoyo de múltiples “héroes y maestros”, como los llama él, para seguir luchando contra sus limitaciones, para seguir caminando hacia sus sueños.
Maickel ingresó por decisión propia en la misma escuela de sus hermanos y con el apoyo de sus amigos, amigas y profesores logró grandiosos resultados. Cuenta que sus compañeros se quedaban en el pasillo del colegio para jugar con él en vez de ir al patio
Maickel se graduó posteriormente como economista en la UCAB, vivió sólo en Londres y a su vuelta prefirió dedicarse a la educación, trabajando con organizaciones juveniles en Venezuela y Latinoamérica, ejerciendo como profesor de Ética y Valores, estudiando psicoterapia de la Gestalt y aficionándose al teatro y a los deportes extremos.
No te quedes sentado esperando que lleguen las cosas a ti. Lucha por lo que quieres, hazte responsable de ti mismo.
En casa siempre me han dejado una cosa clara. No te quedes sentado; si quieres algo, gánatelo. Es algo que siempre agradeceré. Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que, habitualmente, la mejor manera de cambiar las cosas y conseguir lo que uno se propone es a través del propio esfuerzo y el trabajo personal. Ello no quiere decir que para alcanzar lo que te plantees, no se necesite la ayuda de terceros, al contrario, para casi todo, es necesario la ayuda de alguien.
Soy de la opinión de que, para alcanzar mis objetivos y conseguir que me ayuden, debo ser yo el que trabaje, impulse y se esfuerce al máximo. De hecho, no es la primera vez que percibo que aquellos que me prestan o han prestado ayuda se han involucrado más cuando han visto que lo he dado o lo estoy dando todo.
Involuntariamente, esta forma de pensar, la traslado al objeto de INDACEA y la investigación médica. Si como afectados o familiares de afectados pretendemos que se financie la investigación médica, probablemente, deberíamos ser nosotros los primeros en hacerlo y mostrar el camino a otros para que se vayan sumando a nuestra iniciativa.
A continuación tienes la historia de tres personas dignas de admiración y que, a través de su esfuerzo, trabajo y forma de ver la vida han conseguido hacer cosas maravillosas y dejar huella.
Kayla Montgomery (esclerosis multiple)
Pese a ser diagnosticada de esclerosis múltiple, Kayla Montgomery, ha luchado y entrenado duro para seguir adelante y convertirse en una atleta de alto rendimiento.
Su entrenador tiene que esperar justo en meta para cogerla ya que, cuando la alcanza, suele desplomarse y deja de sentir sus piernas, entre gritos de desesperación y dolor. A los pocos minutos, cuando sus piernas se enfrían, se recupera y puede volver a andar.
Tal y como dice Kayla, es muy duro luchar y hacer deporte cuando es tu propio cuerpo el que se vuelve en tu contra, pero seguirá entrenando y dando lo mejor de sí misma.
Stephen Sutton (cáncer)
Cuando Stephen Sutton tenía 15 años fue diagnosticado con cáncer terminal. Lo que comenzó como un tumor en el intestino, rápidamente se propagó a su rodilla, riñones e hígado. Pero en lugar de enfocarse en su desgracia, el joven –originario de Staffordshire, Inglaterra– logró recaudar US$5,3 millones para la investigación
Después de conocer el diagnóstico, Stephen elaboró una lista de 46 cosas para hacer antes de morir. Entre las que cumplió destacan: hacerse un tatuaje, abrazar a un elefante, saltar en paracaídas, tocar batería frente a una multitud (lo hizo frente a 90.000 personas en la final de la Liga de Campeones de la UEFA, en Wembley, en mayo de 2013) y recaudar US$17.000 para el Teenage Cancer Trust.
“Nunca dejó de sonreír a pesar de esa horrible enfermedad. Nunca, nunca se rindió y luchó hasta el final”.
Maickel Melamed, “Si tienes un sueño, haz que pase” (retraso motor)
Al nacer fue diagnosticado con “retraso motor”, debido a un asfixiamiento con el cordón umbilical, causando en su organismo un estado general que lo dejó sin posibilidad de moverse. El 6 de noviembre de 2013 realizó la maratón de Nueva York
Su familia decidió desde el primer momento que no sería un niño sobreprotegido y que crecería como un niño más. Para ello hubo que explorar todas las opciones para
ofrecerle un ambiente de exigencia, optimismo y alegría; “Era más el deseo que el temor”, apunta Maickel, y por ello todos los días sus padres le repetían “Nunca digas no puedo”.
Por el camino pudo disfrutar del apoyo de múltiples “héroes y maestros”, como los llama él, para seguir luchando contra sus limitaciones, para seguir caminando hacia sus sueños.
Maickel ingresó por decisión propia en la misma escuela de sus hermanos y con el apoyo de sus amigos, amigas y profesores logró grandiosos resultados. Cuenta que sus compañeros se quedaban en el pasillo del colegio para jugar con él en vez de ir al patio
Maickel se graduó posteriormente como economista en la UCAB, vivió sólo en Londres y a su vuelta prefirió dedicarse a la educación, trabajando con organizaciones juveniles en Venezuela y Latinoamérica, ejerciendo como profesor de Ética y Valores, estudiando psicoterapia de la Gestalt y aficionándose al teatro y a los deportes extremos.





Trackbacks/Pingbacks