




[:es]
Hace unas semanas cenaba con unos amigos. Me preguntaban sobre INDACEA y los posts que escribimos. Lles gustaba la mezcla de tratar temas más científicos con artículos sobre las dificultades de mi día a día. Yo les mostraba mi timidez diciéndoles lo mucho que me costaba hablar sobre mí en un medio que alcanza a bastante más gente de lo que estoy acostumbrado (para que te hagas una idea, en una mesa con más de 5-6 personas, inconscientemente, tiendo a estar callado).
Sin embargo, ellos mismos me animaron y convencieron a seguir hablando sobre “mis curiosidades”: como el “movimiento sexy“, o el recientemente bautizado “movimiento pacificador” en honor a Manabel Manabel (una ferviente seguidora en Facebook y que nos dio su opinión sobre el nombre que más le gustaba).
#INDcansables
En este mundo hay de todo. Hay gente que es más alta o más delgada que otras. Hay algunos más inteligentes, personas a las que nunca se le ha dado bien el deporte y, también hay #INDcansables.
Son muchas las personas que tienen algún tipo de discapacidad, pero también existen otras a las que no se les ha declarado una y aún así tienen dificultades mayores a nivel físico o psíquico. Sin embargo, no se rinden y siguen haciendo una vida normal. Superan sus dificultades físicas, psíquicas y, más importante, psicológicas. Muchos se fatigan, pero no “se cansan” de buscar sus objetivos, de seguir con su vida, de “vivir la vida”. Son “#INDcansables“. En realidad, en algún momento de la vida, todos hemos debido superar “nuestra barrera”, hemos tenido momentos en los que realizar algo que nos supone mucho esfuerzo cuando otros lo superan con facilidad. En realidad, todos somos #INDcansables.
Empiezo “tirando la primera piedra”
Hace aproximadamente dos meses, quedé con amigos a cenar. Están habituados a “mis curiosidades” así que buscaron un sitio donde yo pudiera entrar. Hicieron memoria y recordaron una pizzería en la que creían que podía ser accesible. Yo ya había estado en el local hace bastante tiempo y “me sonaba” que había un escalón en la entrada (¿os habéis fijado la cantidad de portales que tienen escalón entre la calle y el inicio del edificio?, ¿o los que, una vez entras, tienen unas escaleritas hasta subir al rellano de los ascensores?).
Al llegar al restaurante, no es que hubiera un escalón, lo que había era ¡”EL ESCALÓN”!
Mi discapacidad “me dice lo que me deja y no me deja hacer” por las buenas (aprendiendo con un simple vistazo si vas o no a poder hacer algo), por las malas (lo intentas, ves que es imposible y te vas “sin un rasguño” a excepción del orgullo… ;)… ) o por las muy malas (lesionándote).
No medí el escalón, pero serían, fácilmente, más de 25-30cm (lo habitual son 15-20cm.). Vamos, casi el “muro de Berlín” para mí. En aquel momento tuve varias soluciones:
- Intentar subirlo con ayuda de quienes me acompañaban. Difícil y con riesgo de lesionarme.
- Sentarme en el suelo del escalón y levantarme luego con ayuda de una silla. Si es totalmente necesario entrar, se entra, ¿no?
- Ir al asador de al lado que sí que puedo entrar sin ninguna dificultad. Pero íbamos a comer pizza. Además, las cosas se tienen que intentar, ¿no?
¿Adivinas cuál fue la opción? Te doy la pista definitiva esta tarde en nuestro Facebook, Google + o Twitter.
#INDcansables: ¡participa!
Hay muchas personas que tienen curiosidad por la vida de otras y, sobre todo, si deben realizar cosas cotidianas de forma distinta a lo habitual. Sin embargo, muchas veces, no se atreven a preguntar por si alguien se puede sentir molesto.
En INDACEA hemos creado el lugar para que puedas consultar tus dudas, saber sobre las dificultades de una persona con diversidad funcional. A través del hashtag #INDcansables te invitamos a preguntarnos sobre las dificultades de una persona con discapacidad, contarnos tu historia o responder a quienes quieren saber.
Puesto que estamos hablando de Twitter:
Hace unas semanas cenaba con unos amigos. Me preguntaban sobre INDACEA y los posts que escribimos. Lles gustaba la mezcla de tratar temas más científicos con artículos sobre las dificultades de mi día a día. Yo les mostraba mi timidez diciéndoles lo mucho que me costaba hablar sobre mí en un medio que alcanza a bastante más gente de lo que estoy acostumbrado (para que te hagas una idea, en una mesa con más de 5-6 personas, inconscientemente, tiendo a estar callado).
Sin embargo, ellos mismos me animaron y convencieron a seguir hablando sobre “mis curiosidades”: como el “movimiento sexy“, o el recientemente bautizado “movimiento pacificador” en honor a Manabel Manabel (una ferviente seguidora en Facebook y que nos dio su opinión sobre el nombre que más le gustaba).
#INDcansables
En este mundo hay de todo. Hay gente que es más alta o más delgada que otras. Hay algunos más inteligentes, personas a las que nunca se le ha dado bien el deporte y, también hay #INDcansables.
Son muchas las personas que tienen algún tipo de discapacidad, pero también existen otras a las que no se les ha declarado una y aún así tienen dificultades mayores a nivel físico o psíquico. Sin embargo, no se rinden y siguen haciendo una vida normal. Superan sus dificultades físicas, psíquicas y, más importante, psicológicas. Muchos se fatigan, pero no “se cansan” de buscar sus objetivos, de seguir con su vida, de “vivir la vida”. Son “#INDcansables“. En realidad, en algún momento de la vida, todos hemos debido superar “nuestra barrera”, hemos tenido momentos en los que realizar algo que nos supone mucho esfuerzo cuando otros lo superan con facilidad. En realidad, todos somos #INDcansables.
Empiezo “tirando la primera piedra”
Hace aproximadamente dos meses, quedé con amigos a cenar. Están habituados a “mis curiosidades” así que buscaron un sitio donde yo pudiera entrar. Hicieron memoria y recordaron una pizzería en la que creían que podía ser accesible. Yo ya había estado en el local hace bastante tiempo y “me sonaba” que había un escalón en la entrada (¿os habéis fijado la cantidad de portales que tienen escalón entre la calle y el inicio del edificio?, ¿o los que, una vez entras, tienen unas escaleritas hasta subir al rellano de los ascensores?).
Al llegar al restaurante, no es que hubiera un escalón, lo que había era ¡”EL ESCALÓN”!
Mi discapacidad “me dice lo que me deja y no me deja hacer” por las buenas (aprendiendo con un simple vistazo si vas o no a poder hacer algo), por las malas (lo intentas, ves que es imposible y te vas “sin un rasguño” a excepción del orgullo… ;)… ) o por las muy malas (lesionándote).
No medí el escalón, pero serían, fácilmente, más de 25-30cm (lo habitual son 15-20cm.). Vamos, casi el “muro de Berlín” para mí. En aquel momento tuve varias soluciones:
- Intentar subirlo con ayuda de quienes me acompañaban. Difícil y con riesgo de lesionarme.
- Sentarme en el suelo del escalón y levantarme luego con ayuda de una silla. Si es totalmente necesario entrar, se entra, ¿no?
- Ir al asador de al lado que sí que puedo entrar sin ninguna dificultad. Pero íbamos a comer pizza. Además, las cosas se tienen que intentar, ¿no?
¿Adivinas cuál fue la opción? Te doy la pista definitiva esta tarde en nuestro Facebook, Google + o Twitter.
#INDcansables: ¡participa!
Hay muchas personas que tienen curiosidad por la vida de otras y, sobre todo, si deben realizar cosas cotidianas de forma distinta a lo habitual. Sin embargo, muchas veces, no se atreven a preguntar por si alguien se puede sentir molesto.
En INDACEA hemos creado el lugar para que puedas consultar tus dudas, saber sobre las dificultades de una persona con diversidad funcional. A través del hashtag #INDcansables te invitamos a preguntarnos sobre las dificultades de una persona con discapacidad, contarnos tu historia o responder a quienes quieren saber.
Puesto que estamos hablando de Twitter:





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