




[:es]
Hace unas semanas, me vino un amigo contándome que al padre de una amiga le habían detectado un cáncer terminal. La “vida le ha dado un vuelco” y está desesperada porque no hay nada que hacer. Aún no se ha descubierto nada. Mi amigo está triste, no sólo por ella, sino porque su padre falleció por otro cáncer. Él me ha estado contando que ha vuelto a revivir un poco los últimos momentos que vivió con su padre y se imagina fácilmente por lo que ella debe estar pasando. Me ha dicho textualmente: “Jero, es muy importante lo que INDACEA hace, el problema es que hay mucha gente que no se da cuenta hasta que lo vive en primera persona y, a veces, puede ser demasiado tarde”.
Siento lo que le está pasando (yo también la conozco) y estoy de acuerdo con mi amigo. Pese a que mi padre era médico, yo no era consciente de lo importante que es que existan organizaciones como INDACEA que se preocupen por fomentar la investigación médica para intentar acelerar el descubrimiento de tratamientos. Pese a que yo no tuviera una enfermedad crónica, desgraciadamente, he vivido de muy cerca lo duro que es pasar por lo que ella está pasando. Mi padre también falleció por un cáncer, he visto como a un vecino al que apreciaba bastante, debían amputarle ambas piernas por ser diabético y cómo fallecía unos años después (casualmente, un par de semanas antes que mi padre). He vivido el “sin vivir” de mi amigo y de otro cuyo padre murió por las consecuencias de un ictus. Otro tío mío murió por una enfermedad crónica cuando yo era pequeño y también lo hizo la madre de otro amigo cuando éramos adolescentes (para colmo, el 24 de diciembre).
He visto y veo como amigas mías sufren enormemente por complejos físicos derivados de un problema metabólico del que ellas no tienen ninguna culpa. He trabajado con una persona que padecía el Síndrome de Crohn y, pese a poder hacer casi vida normal, cuando el “síndrome ataca”, no hay manera… Un hijo de una vecina padece un tipo de epilepsia poco frecuente muy agresiva y que “le lleva de cabeza”…
Un amigo de cuando me estaba sacando la licencia de piloto padeció una meningitis y, afortunadamente, gracias a la investigación médica salió de ello sin más problemas. Otro amigo de toda la vida, tuvo un problema grave en la columna vertebral y lo que hace unas décadas podría haberle supuesto acabar en silla de ruedas, acabó con una operación y, ahora, hace vida normal. Una tía tuvo un accidente de coche por los años 80 y le tuvieron que operar de la cadera, se pasó muchos años con molestias y dolores. Gracias a los avances en investigación, le volvieron a operar recientemente y ahora, a excepción de movilidad por pérdida de masa muscular causada por la primera operación, todo aquel “calvario” ha desaparecido.
Si estás pensando que igual es que soy gafe, te pido que pienses recapacites sobre la gente que te rodea o te rodeaba. Seguro que te darás cuenta de que no soy el único al que le pasa todo lo que he escrito. Lo que sucede es que no somos conscientes hasta que no lo vivimos en primera persona o lo pensamos un poco. En muchas ocasiones, la investigación médica ha dado con la solución, pero en otras, desgraciadamente, puede ser demasiado tarde…
Photo Credit Top Picture Dauvit Alexander via flickr cc
Hace unas semanas, me vino un amigo contándome que al padre de una amiga le habían detectado un cáncer terminal. La “vida le ha dado un vuelco” y está desesperada porque no hay nada que hacer. Aún no se ha descubierto nada. Mi amigo está triste, no sólo por ella, sino porque su padre falleció por otro cáncer. Él me ha estado contando que ha vuelto a revivir un poco los últimos momentos que vivió con su padre y se imagina fácilmente por lo que ella debe estar pasando. Me ha dicho textualmente: “Jero, es muy importante lo que INDACEA hace, el problema es que hay mucha gente que no se da cuenta hasta que lo vive en primera persona y, a veces, puede ser demasiado tarde”.
Siento lo que le está pasando (yo también la conozco) y estoy de acuerdo con mi amigo. Pese a que mi padre era médico, yo no era consciente de lo importante que es que existan organizaciones como INDACEA que se preocupen por fomentar la investigación médica para intentar acelerar el descubrimiento de tratamientos. Pese a que yo no tuviera una enfermedad crónica, desgraciadamente, he vivido de muy cerca lo duro que es pasar por lo que ella está pasando. Mi padre también falleció por un cáncer, he visto como a un vecino al que apreciaba bastante, debían amputarle ambas piernas por ser diabético y cómo fallecía unos años después (casualmente, un par de semanas antes que mi padre). He vivido el “sin vivir” de mi amigo y de otro cuyo padre murió por las consecuencias de un ictus. Otro tío mío murió por una enfermedad crónica cuando yo era pequeño y también lo hizo la madre de otro amigo cuando éramos adolescentes (para colmo, el 24 de diciembre).
He visto y veo como amigas mías sufren enormemente por complejos físicos derivados de un problema metabólico del que ellas no tienen ninguna culpa. He trabajado con una persona que padecía el Síndrome de Crohn y, pese a poder hacer casi vida normal, cuando el “síndrome ataca”, no hay manera… Un hijo de una vecina padece un tipo de epilepsia poco frecuente muy agresiva y que “le lleva de cabeza”…
Un amigo de cuando me estaba sacando la licencia de piloto padeció una meningitis y, afortunadamente, gracias a la investigación médica salió de ello sin más problemas. Otro amigo de toda la vida, tuvo un problema grave en la columna vertebral y lo que hace unas décadas podría haberle supuesto acabar en silla de ruedas, acabó con una operación y, ahora, hace vida normal. Una tía tuvo un accidente de coche por los años 80 y le tuvieron que operar de la cadera, se pasó muchos años con molestias y dolores. Gracias a los avances en investigación, le volvieron a operar recientemente y ahora, a excepción de movilidad por pérdida de masa muscular causada por la primera operación, todo aquel “calvario” ha desaparecido.
Si estás pensando que igual es que soy gafe, te pido que pienses recapacites sobre la gente que te rodea o te rodeaba. Seguro que te darás cuenta de que no soy el único al que le pasa todo lo que he escrito. Lo que sucede es que no somos conscientes hasta que no lo vivimos en primera persona o lo pensamos un poco. En muchas ocasiones, la investigación médica ha dado con la solución, pero en otras, desgraciadamente, puede ser demasiado tarde…
Photo Credit Top Picture Dauvit Alexander via flickr cc




